Cuando viajas hay un pequeño, pero nefasto porcentaje de que te roben. Esa es la realidad, tanto en países del primer mundo, como en los subdesarrollados. Sonará trillado decir que los robos realizados por carteristas ocurren, en parte, por descuidos de los viajeros, y si bien es completamente cierto, tampoco quiero decir que los más avispados estén exentos de lo peor.
Últimamente varios amigos míos han sido víctimas de robos en el extranjero. A uno le robaron en un bar en Casco Viejo, Panamá, y al otro en un bus colectivo en Ecuador. Que te roben al visitar otro país es una sensación horrible. Es muy complicado conseguir dinero o documentos provisionales cuando estás lejos de casa, y más si no existe un consulado o embajada de tu país en la ciudad que visitas.
Aun cuando ambos robos hayan sido casos aislados, no deja de preocuparme ya que dentro de poco estaré yéndome de viaje hacia Colombia, y uno se estresa al escuchar noticias de este tipo. No digo con esto último que Colombia sea más peligrosa que Panamá, Ecuador o cualquier otro país del mundo, pero es un país enorme que, al igual que muchas otras naciones, tampoco está exento de rateros.
Comentándole a un amigo sobre los robos sucedidos a mis otros amigos durante sus viajes, quedamos de la nada intercambiando ideas de como cargar nuestro dinero, documentos y billetera sin ser presa fácil de los carteristas.
En la actualidad ya existen formas de llevar la billetera a escondidas, como el famoso portavalores (cinturón y tobillera), aunque este último se vuelve incómodo de llevar después de un tiempo. Además, muchos ladrones conocen de su existencia.
Un método simple, pero eficaz de llevar tu dinero es por medio de bolsillos internos en tus pantalones. A menos que sepas coser, puedes llevar algunos de tus pantalones a un sastre para que te haga el favor. Incluso puedes decirle que te coloque unos bolsillos más amplios que te permitan guardar documentos como pasaporte o licencia de conducir.
Otro método que puedes poner en práctica (y combinar con la de los bolsillos) es comprar una billetera falsa. ¿Qué ponerle dentro? Un poco de billetes locales de baja denominación, alguna tarjeta de débito/crédito que tengas expirada, tarjetas de negocios, lo que sea. De esta forma, si ocurre que te llegasen a atracar, le entregas la billetera falsa sin sacrificar la tuya.
Parte de viajar bien es saber estar preparados para situaciones inesperadas. Puede que nunca te suceda nada, pero como dice el refrán: mejor prevenir que lamentar. Si deseas saber, por otro lado, tips de seguridad para tu mochila, échale una ojeada a este artículo.