Este es un guest post escrito por Mariana Mutti, autora del blog Bitácora Viajera.
Hace pocos meses me invitaron a participar del primer BlogTrip de Argentina que se realizó en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. Lo paradójico del asunto fue que al recibir la notificación, los organizadores daban por seguro que todos los porteños (personas oriundas de la ciudad de Buenos Aires) que habían seleccionado conocían la ciudad que queda a tan sólo una hora del Obelisco (símbolo monumental de la ciudad).
Pero no, yo había ido sólo una vez y no pasé más de una hora y media recorriendo la ciudad en auto. Durante el BlogTrip tuve la oportunidad de conocer uno de los lugares más espectaculares que se haya diseñado en toda Argentina. Es el tipo de paseo del que disfrutan los chicos, pero puedo asegurarles que mucho más los adultos: La República de los Niños.
No se necesita pasar demasiado tiempo allí para sentirse dentro de un cuento de hadas. Los colores, los diseños, los tamaños son propios de un sueño. Un sueño que pareciera convertirse en una realidad.
Es extraño, pero a la vez mágico ver las construcciones en miniatura, preparadas especialmente para que los más pequeños puedan sentirse identificados con cada una de las cosas que visitan y aprenden.
Creado en 1951 por la Fundación Eva Perón, el parque, considerado “el mayor emprendimiento infantil de América Latina”, fue pensado como una manera de enseñarle a los más pequeños como ejercer todos los derechos y obligaciones que los ciudadanos de un país democrático poseen.
El punto central de la República de los Niños es conocido como el Centro Cívico, lugar donde se encuentran todos los edificios gubernamentales como las Cámaras de Diputados y Senadores, o el Palacio de Justicia, por ejemplo. Todo construido a escala y a la medida de chicos menores de 10 años.
Como un lugar hecho para el entretenimiento, pero también para la educación, la cultura internacional también se hace presente en el parque. Edificios mundialmente reconocidos, como el Palacio Ducal de Venecia en Italia o el Taj Mahal de Agra en la India, se destacan por la diversidad arquitectónica que les caracteriza.
Pero el paisaje no se limita únicamente a los edificios coloridos que captan inmediatamente la atención, sino que además hay una gran cantidad de espacios verdes y un precioso lago que se convierten en una zona ideal para el descanso, el esparcimiento y la práctica deportiva.
Sobre el pasado de este parque, cuenta la historia que la República de los Niños (llamada “Ciudad de los Niños” durante la época de la dictadura militar en Argentina) fue la que inspiró al mismísimo Walt Disney a crear aquel espectacular parque de diversiones que hoy se encuentra en Orlando, Miami.
Por esa razón y por todo lo que representa el parque, y por permitirnos volver a ser niños por un rato, considero que este parque es una de las visitas más lindas que cualquier viajero puede hacer si decide viajar a Buenos Aires.