Parte del atractivo de Guatemala no radica únicamente en su historia maya, sino también en su belleza natural. El lago Atitlán, de 18km de longitud y ubicado a más de 1.500mts sobre el nivel del mar, está rodeado por varios poblados habitados en su mayoría por indígenas. El más popular, siendo en punto central de la zona y donde muchos viajeros arriban para visitar los demás pueblos, es el pueblo de Panajachel.
Todavía recuerdo cuando salí de Ciudad de Guatemala con mi tía aquella mañana soleada, pero en vez de llegar al lago por la carretera principal, nos fuimos por otra ruta que, si bien estaba en el mapa, fue donde más vueltas dimos para llegar. Pero mejor que sucedió así, porque fue donde pude apreciar la inmensidad del lago en su máxima expresión. ¡Simplemente hermoso!
Después de una hora de camino, por fin llegamos a Panajachel, que para mi sorpresa, es más turístico de lo que pensé, pero sin ser demasiado empalagoso. El pueblo es pequeño, cosa que en 20 minutos te lo puedes recorrer.
No dejes pasar la oportunidad de tomar una lancha y visitar los diferentes pueblos (en su mayoría indígenas) que bordean el lago. Incluso, si puedes hospedarte por esos lares, mejor todavía, ya que podrás conocer un poco más a fondo la forma de vida de los locales.