Este es un guest post escrito por Andrés Vögler (Facebook – Twitter), bloguero uruguayo de Bitácoras de Viaje. Uruguay en muchos aspectos, es parecido a Panamá, empezando por el tamaño y la cantidad de población entre ambos países. Quizá sea por eso que este país siempre me ha llamado la atención. Luego de comentarle mi interés a Andrés por tener algún post relacionado a Uruguay, él se ofreció a escribir este artículo, así que les dejo los siguientes 10 motivos para visitar este destino sudamericano.
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Turismo rural, historia, playas, deportes extremos, gastronomía, compras, naturaleza y fútbol es lo que te esperan en Uruguay. Un país con sólo 3.3 millones de habitantes y rodeado de dos países gigantes, Argentina y Brasil. Pero a pesar de ser muy pequeño, tiene mucho para ver y hacer.
Hoy les voy a contar 10 razones por las cuales deben visitar la nación más pequeña de Sudamérica:
1- Playas de arenas blancas
A pesar de su tamaño, Uruguay cuenta con más de 650 kilómetros de playas. Algunas sobre el Océano Atlántico y otras sobre el Río de la Plata, el más ancho del mundo. Este río, el cual tiene su desembocadura en el Océano Atlántico, tiene una peculiaridad difícil de encontrar en otros lugares del planeta.
Ocurre que en el famoso balneario de Punta del Este está la división del Río de la Plata y el Océano Atlántico. De un lado de la península se encuentra Playa Mansa, con aguas del Río de la Plata. A sólo 4 cuadras de distancia y yendo al otro extremo de la pequeña península está Playa Brava sobre el Atlántico, con agua salada y sus fuertes olas.
Pero Punta del Este es sólo la punta del iceberg, ya que hay muchos otros balnearios que, a mi gusto, son mejores. A modo de ejemplo, Punta del Diablo es un antiguo pueblo de pescadores con hermosas playas adornadas por formaciones rocosas, las cuales han sido esculpidas por las olas con el pasar de los años.
Muy cerca de este sitio se encuentra el Parque Nacional Santa Teresa, donde además de playas, verás un jardín botánico, invernadero y un rosedal con una belleza demasiado espectacular. También existe una fortaleza de la época colonial y una piscina de piedra conocida como El Chorro.
Otro balneario digno de ser visitado es el Piriápolis, con playas sobre el Río de la Plata, adornado por sus cerros y la avenida que bordea sus costas.
2- Punta Ballena y Casa Pueblo
Localizada a sólo 15 minutos de Punta del Este, Punta Ballena es un lugar que por lo general los viajeros suelen pasar por alto. Este destino, al igual que Punta del Este, es una península donde se encuentra una obra de arte al aire libre llamada Casa Pueblo.
Esta edificación fue construida por el artista uruguayo Carlos Paez Vilaró. Una casa al mejor estilo griego y con una deslumbrante panorámica de la bahía de Portezuelo. En Casa Pueblo se encuentra el atelier de Paez Vilaró, donde se puede adquirir algunas de sus obras. Además, desde los miradores se podrá observar uno de los mejores atardeceres de todo el país.
3- Cabo Polonio
Aquellos que buscan playa, pero quieren huir de todo el tumulto y la concentración de gente, pueden optar por balnearios tan especiales como el Cabo Polonio. Este lugar cuenta con gigantescas dunas, al cual nada más se puede acceder a través de un 4×4. Es un balneario sencillo, con agua de pozo y sin electricidad. Una zona ideal para literalmente desconectarse del mundo.
4- Aguas termales
En el norte del país, más precisamente en los departamentos de Paysandú y Salto, hay complejos hoteleros y parques acuáticos con aguas termales, las cuales oscilan entre los 38° a 45° grados de temperatura.
Estas aguas termales son muy conocidas por sus propiedades curativas y sedativas debido a la alta concentración de minerales como calcio, magnesio, flúor y potasio. Entre las termas más conocidas se encuentran las Termas del Guaviyú, Termas del Daymán, Termas de Salto Grande y las Termas de San Nicanor.
5- Turismo histórico
El turismo histórico del país se remonta a la época colonial de portugueses y españoles, con fortalezas que se mantienen en perfectas condiciones, las cuales fueron convertidas en museos.
Entre las fortalezas que más destacan está el Fuerte de San Miguel, al este de Uruguay y a unos 10km de la frontera con el estado de Rio Grande do Sul (Brasil). La otra Fortaleza que llama la atención es la de Santa Teresa, ubicada en el parque nacional que lleva su nombre.
Por otra parte, está la ciudad llamada Colonia del Sacramento, que hasta el día de hoy mantiene la arquitectura de la época colonial, una mezcla de la arquitectura portuguesa con la española, ya que fue una ciudad que estuvo en manos de los dos imperios. El casco histórico de Colonia del Sacramento fue declarado “Patrimonio Cultural de la Humanidad” por la UNESCO en 1995.
Además, desde Colonia y en un viaje de 45 minutos en ferry, podrás llegar a Buenos Aires, Argentina.
6- Turismo rural
Un país donde puedes recorrer las llanuras a caballo, comer asado, asistir a las jineteadas o conocer la vida y cultura del hombre de campo uruguayo conocido como gaucho.
7- Turismo aventura
Para los amantes de la adrenalina, en Uruguay se puede practicar varios deportes extremos como parapente en San José, paracaidismo en Canelones, caminar por un puente tibetano de más de 100 metros, realizar canopy en Pan de Azúcar y muchas actividades más.
Respecto a los deportes acuáticos, los cuales se pueden practicar en las diferentes playas, el surf vendría a ser el más predominante de todos.
8- Gastronomía
Parte de la gastronomía uruguaya es compartida con Argentina y el sur de Brasil. Por eso, muchos de sus platos son considerados como del Río de la Plata.
Pero a pesar de compartir la gastronomía con sus vecinos, en Uruguay degustarás platos propios y autóctonos como el asado, chivito, dulce de leche, tortas fritas y alfajores. Además de excelentes vinos reconocidos a nivel mundial, y bebidas como la grappamiel o el medio y medio. Si eres fan de la buena comida, la gastronomía de Uruguay no te defraudará.
9- Montevideo
Esta capital, ubicada a orillas del Río de la Plata, es una de las ciudades más privilegiadas de toda Sudamérica, por no decir más. Tiene un buen nivel de tranquilidad, seguridad y servicios, además de ser una ciudad llena de parques, árboles y áreas verdes. En los días más calurosos, las personas aprovechan para ir a bañarse en las playas del Río de la Plata.
Disfruta de la gastronomía local en el famoso Mercado del Puerto, prueba el Uvita (vino artesanal) en el bar Fun Fun (fundado en el siglo XIX), recorre el casco histórico, ve de compras en sus centros comerciales o pasa una tarde tomando mate en la rambla de la ciudad.
Para los fanáticos del futbol, pueden ir al legendario Estadio Centenario, lugar donde se disputó la primera Copa del Mundo en el año 1930. Un estadio que se mantiene prácticamente igual. Dentro de sus instalaciones se halla el Museo del Fútbol.
10- Dos grandes vecinos
Para completar el viaje, puedes hacer una escapada tanto a Brasil como a Argentina. En las fronteras con Brasil hay cantidad de Duty-free shops, o tiendas donde se venden productos libre de impuestos, muy ideales para comprar aparatos electrónicos, perfumes o bebidas. Entre las fronteras con más Duty-free shops se encuentran Rivera (Uruguay), Santana do Livramento (Brasil) y Chuy (Uruguay) – Chui (Brasil).
A 10 horas en bus desde Montevideo puede llegar a la ciudad de Porto Alegre, capital del estado Rio Grande do Sul, Brasil.
Para el caso de Argentina, se puede ir desde Montevideo o también desde Colonia hasta Buenos Aires en ferry. Y hay diferentes servicios para hacerlo, desde 2 hasta 6 horas de viaje, según el costo que quieras pagar. O si estás corto de tiempo, asimismo puedes cruzar en avión, lo cual te tomaría unos 30 minutos.
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Como verás, hay bastante para hacer en Uruguay. Aunque su principal atractivo son las playas y la fecha ideal para venir es entre diciembre y abril, también puedes disfrutar del país durante el resto del año, haciendo algunas de las actividades que he mencionado a lo largo de este post.
Existen muchos otros lugares que no he nombrado en este artículo, como el Bosque de Ombúes, la Laguna Negra, la Quebrada de los Cuervos o la Plaza de Toros, que vale la pena que conozcas.
¡Saludos a todos y los estaré esperando por Uruguay 🙂 !
Uruguay, qué lindo! Tengo tantas ganas de conocerlo. El pasado mes de julio casi lo hago pero el cambio monetario no nos favorece para nada a los argentinos que solemos viajar con poco presupuesto. Igual, no desespero, ya voy a rumbear por ahí…
Muy buen post, un abrazo!!!
Siempre he pensado que Argentina es más caro que Uruguay, pero gracias a tu comentario veo que no es así 🙂
Tenemos tremendo país y acá quedó mas que demostrado. Que buena descripción Andrés, genial!
Muchas gracias German! La verdad que si, un pequeño pero gran país 🙂 Uno aprende a valorar más lo que tiene cerca, cuando no lo tiene. En cada viaje que hago, descubro nuevas cosas de Uruguay que me gustan. Un abrazo!
Hola Andrés!
A través de bloggers de viaje en facebook donde también participo con mi blog Apuntes de viajes he llegado hasta aquí. Cuando he visto que tenías información sobre Uruguay no he dudado en leer todas las entradas acerca de este país porqué el año que viene tenemos pensado visitarlo aprovechando que mi hija estará en Montevideo durante unos meses. Pero lo que es más fuerte es que ella ya se había puesto en contacto contigo por el tema del piso. El mundo es un pañuelo!!!!
Un abrazo
Hola Teresa!
Me re sorprendí cuando leí tu mensaje. Justo antes de salir le había escrito a Patricia, y llego y lo primero que veo es tu comentario ja La verdad que si, el mundo es muuy chico!
Bueno, ya nos veremos cuando vengas y hacemos un encuentro blogger-viajero 🙂 Y cualquier consulta sobre Uruguay es solo preguntar.
Un abrazo!
Que maravilla de País. En mi último viaje a Argentina, me quedé con ganas de acercarme a conocerlo, pero al final no puede, lo apunto en la lista de pendientes para que no se me vuelva a escapar. Muy interesante la sección de Balnearios y Aguas Termales. Parecen muy diferentes a los de España.
Gracias por compartir tus experiencias en Uruguay. Es una maravilla viajar para allá tuve la oportunidad de pasar mis vacaciones allá en San José y no me quería venir.