Hace unas dos semanas estuve de visita por el este de Panamá, específicamente por la región de Chiriquí. Hacía dos años que no iba por allá y pensé que era hora de tomarme unas pequeñas vacaciones con rumbo a este destino, pero con una pequeña variante: llegar a la cima del volcán Barú. Nunca en mi vida la había subido y que mejor momento que ahora que visitaba la provincia, luego de tanto tiempo.
Cabe destacar que esta montaña es el punto más alto de todo el territorio panameño. Son 3,474 metros de altura, y aun cuando no sea tan elevado o complicado subirla si se le compara con otras montañas, no por eso se le debe de subestimar.
Dicen que todo en esta vida tiene un precio, y no es la excepción al intentar subir el Barú. ¿Cuál fue mi precio a pagar? Dolor de piernas espantoso, un trasnoche de esos que no se experimentan siempre y un frío que vino a golpearnos en el mejor momento de la aventura.
Hay dos maneras de llegar a la cumbre: por la ruta de Volcán (es el nombre de un pueblo cercano para lo que no saben) y la entrada del parque nacional en Boquete. Yo subí desde Boquete, siendo más fácil en el aspecto logístico, aunque igual de agotador.
Cuando digo que es fácil logísticamente hablando, me refiero a que no hay que cargar ni invertir en tanto equipaje. ¿Por qué digo esto último? El recorrido por Volcán es más largo y hay partes por donde deberás escalar sobre rocas, haciendo que la subida sea más exigente y tome más tiempo. Todo esto conlleva a gastar más en las provisiones que usarás en el camino.
Además, aquellos que suban desde Volcán deben dormir una vez llegado al cráter para proceder, al día siguiente, ver el amanecer, lo cual aumenta la cantidad de equipaje que tendrás que llevar.
¿Perderse en el camino? ¡Puede suceder y con qué facilidad! Contratar a un guía es más que obligatorio, sobre todo si es primera vez que vas, para evitar ser parte del grupo de turistas que terminan extraviados cada año. A fin de cuentas, subir por Volcán es una gran aventura y todo un tema para un solo post, por lo que les recomiendo leerse este artículo de Enlodados.
Para quienes desean subirlo sin gastar mucho dinero, Boquete es la elección a tomar. Cuando fui me hospedé en Mamallena, el hostal de un amigo mío el cual cobra $11 por habitación e incluye un montón de facilidades (internet, agua caliente, cocina, área social, etc.). El mismo está ubicado en el parque central de Boquete, cerca de prácticamente todo.
El plan para subir la montaña consiste en pagar $5 de transporte en el hostal para que te lleven hasta la entrada del parque a eso de las 11:30pm-11:45pm, y de allí camines todo el sendero que te llevará hasta la cima.
El objetivo es llegar a más tardar a las 5:30am, que es cuando el sol empieza a mostrar sus primeros rayos de luz. Es muy importante mencionar que la entrada al parque es de $5 para extranjeros y 3$ para los panameños.
Provisiones como agua (con 2 litros tienes más que suficiente), barras energéticas, unas cuantas manzanas, una linterna pequeña y una pastilla para el mareo son indispensables. Un pantalón largo, un par de guantes, un abrigo de algodón y otro térmico te resolverán la vida una vez estés en la cumbre, que es donde el frío azota sin piedad.
¿Qué tan rápido llegues a ascender y descender? Sobra decir que dependerá de tus condiciones físicas. En mi caso, me fascina caminar y aun cuando estuve todos estos meses inactivo sin hacer ejercicios ni caminatas regulares, llegué a la cima y bajé.
¿Cuánto tiempo me llevó hacer todo? Aproximadamente 10 horas y media. A unos les tomará más tiempo o menos, pero lo ideal sería estar en buenas condiciones para no pasar tanto páramo. Incluso hasta escuché en el hostal de un francés que subió la montaña ebrio, así que al final también cuenta tener fuerza de voluntad para no rendirse a la mitad.
Ya sea que subas por Volcán o Boquete, lo que cuenta es la experiencia única al estar literalmente en el techo de Panamá. Con suerte y si el clima está de tu parte, puedes hasta vislumbrar ambos océanos.