Lo siguiente es algo que sucede a cada rato en todas partes del mundo y a toda hora. Me refiero cuando las personas se quejan demasiado de la monotonía de sus vidas, y si bien es un tema que puede llegar a sonar trillado (y hasta conflictivo para algunos), no puedo dejar de pensar en ello.
No hace falta llevar a cabo un sondeo a gran escala, ni nada por el estilo, para saber que la gran mayoría de las personas viven una realidad muy lejana a lo que ellos consideran felicidad. Muchos llegan a ser felices de forma efímera, pero luego vuelve ese momento, ese pensamiento, esa sensación que los hace sentirse parte de esa rutina que ven imposible cambiar.
Dudo que el ser humano haya sido creado para portarse como una obrera más de la colmena, pero las situaciones que surgen lo llevan a actuar como uno más del montón.
Ante tantos compromisos que arroja la vida y distracciones de este mundo moderno creado por nosotros mismos, es muy fácil dejar los sueños guardados, bajo la vaga esperanza de cumplirlos en algún momento (momento que lastimosamente nunca llegará para muchos).
Si lees todo lo mencionado y te sientes feliz, considérate suertudo de sentirte así. Pero si tu sentimiento es todo lo contrario, tampoco es el fin del mundo. Aun cuando habrá eventos de la rutina que pueden llegar a parecerte fascinantes, hay maneras de romper el molde del día a día (aunque sea por partes). Se requiere un poco de planificación y decisión a la hora de hacer los cambios necesarios que te llevarán a tu meta viajera.
Olvídate de ese lavado cerebral impuesto por la sociedad del siglo XX de que tienes que sacrificar gran parte de tu vida trabajando, para luego viajar cuando estés en la tercera edad. Para cuando llegues allá, muchas cosas pueden suceder, entonces que mejor momento que ahora.
Para empezar, haz un recuento de todo lo que has hecho en tu día. Puede ser escrito o mental, como más cómodo te sientas. Piensa en cada cosa que has realizado y, en retrospectiva, analiza que tanto te puede ayudar a cumplir tu meta viajera.
Toma nota de cualquier cosa, como horas que pasas chateando, salidas a comer o al cine, cuánto tiempo lees al día, cuántas horas le dedicas al trabajo, lo que sea. Luego, con cada cosa mencionada contesta a las siguientes preguntas:
- Con todas las horas acumuladas haciendo dichas actividades, ¿te sientes satisfecho de ello?
- Si hay algo que pudieras cambiar, a corto plazo, para acercarte a tu meta viajera, ¿qué sería?
- Si tuvieras que viajar en este mismo instante, ¿Por cuánto tiempo sería?
- De estar viajando, ¿crees poder retornar a la rutina en la que estabas en el peor de los casos?
El punto de esto es analizar que tanto te ayuda cada actividad cotidiana a hacer más realidad tus sueños de viajar. Lo bueno de hacer este tipo de síntesis de manera constante (sobre todo si llevas registros anotados) es brindarte una perspectiva del rumbo que está tomando tu vida, independientemente si cumples tus metas o no.
Un detalle que la mayoría de las personas no visualizan es que un trabajo, como tal, no debe ser visualizado como un fin (a menos que sea tu propio negocio), sino como un medio de conseguir algo. Óbvio que ganarás dinero con un trabajo para poder viajar, pero tampoco caigas en el ciclo mental de hacer más y más.
Con la capacidad que tiene para atrapar a la gente, el dinero te hará olvidar fácilmente el motivo que te llevó a obtenerlo. Recuerda que es fácil hallar formas de hacer dinero, pero el tiempo que gastes ganándolo no volverá nunca.
Establecer tus objetivos (a corto y largo plazo) es la primero acción a realizar y es la que más tiempo toma. Cumplirlas a cabalidad no será fácil, pero es necesario el esfuerzo si no quieres ver menguar tus sueños viajeros.
¿Actualmente estás viviendo tu sueño de viajar?
Tienes toda la razón, hay que saber perderle el miedo a lo desconocido especialmente cuando hay situaciones que representan sueños que podemos hacer realidad. Querer es el primer paso, echar manos a la obra el segundo.
Saludos!
Es cierto José, es necesario saber la importancia de darle “manos a la obra” si se quiere algo en la vida. Saludos 🙂