La primera impresión que tuve al visitar Cartagena fue que luce más como una ciudad caribeña, que como una ciudad colombiana. El clima caluroso, la variedad de etnias que habitan la región, su historia y sus antiguas ruinas dan fe de ello. Tanto en la época colonial, como en la actualidad, Cartagena es una de las ciudades portuarias de mayor importancia de Colombia, además de ser uno de los puntos de mayor turismo en todo el país.
Una visita a esta ciudad es obligatoria si quieres conocer una parte importante del lado caribeño de Colombia. Mi consejo es que lleves agua cuando salgas porque la calor de Cartagena es odiosa, aunque tampoco como para morirse.
Costos
– Hospedaje: Presta bastante atención al lugar que escojas. Puedes pagar desde C$17,000($10) hasta C$40,000 ($22) por alojarte en un hostal con todas las facilidades básicas (lavandería, internet, cocina, TV), como quedarte en hospedajes algo anticuados y poco aseados.
– Comida: No dejes pasar la oportunidad de comer patacones, con pescado frito y arroz de coco. Usualmente este plato lo puedes encontrar a un precio menor de C$7,000 ($4). En la Ciudad Amurallada podrás encontrar más variedad, aunque tendrás que pagar un poco más.
– Transporte: El área de la Ciudad Amurallada es mejor recorrerla a pie. Por toda la ciudad abundan tanto los buses, como los taxis. En el caso de los taxis, recomiendo fijar una tarifa antes de tomar una hacia el lugar de destino.
Que hacer en Cartagena
– Recorre la Ciudad Amurallada: Además de ser el centro histórico de Cartagena, es patrimonio de la humanidad desde 1984 por la UNESCO. Recorrer esta ciudad es el mandamiento #1 de todo viajero, y su arquitectura nos transportará a la época colonial del siglo XVII.
– Visita el Castillo de San Felipe: Esta majestuosa fortaleza, construida en 1657 para protección de los piratas de aquella época, está en un punto estratégico de la ciudad. Ubicada en el cerro de San Lázara, se puede apreciar la parte vieja y nueva de Cartagena. La entrada al sitio cuesta unos C$15,000 ($9).
– La Popa: A 150 metros de altura, La Popa es el mirador por excelencia de toda Cartagena. En lo alto del cerro se halla el monasterio de Santa Cruz. No es un lugar al que puedas llegar caminando o en bus, así que recomiendo tomar un taxi y establecer una tarifa de antemano.
– El Palacio de la Inquisición: Tal como su nombre lo dice, este palacio fue el centro de inquisición y tortura en toda la región durante el siglo XVII. Está ubicado en la Plaza de Bolívar, y la entrada está en C$11,000 ($6).
– La chiva parrandera: Si Cartagena tiene fama de algo es de ser un ciudad parrandera. Básicamente te montas en un bus de noche, recorriendo puntos turísticos de la ciudad, mientras bebes y bailas al ritmo de la música con otros turistas. Es recomendable tomar estas chivas si vas en grupo.
– Conoce Playa Blanca: Una de las mejores playas de toda Colombia. No es fácil llegar, pero el esfuerzo habrá valido la pena una vez veas la belleza de esta playa.
Yo estuve en 1982… Imagino habrá cambiado pero me gusto mucho su parte colonial y Boca Chica.
Yo ni siquiera estaba en el mapa para ese año 😀